• Siga una dieta equilibrada que incluya fruta, verdura, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables. Estos alimentos pueden ayudar a mejorar la estabilidad del estado de ánimo.
• Algunos nutrientes, como el magnesio y los ácidos grasos omega-3, están relacionados con la reducción del estrés. Los frutos secos, las semillas, el pescado azul, las espinacas y los aguacates son buenas fuentes.
• La actividad física regular ayuda a controlar el estrés y favorece un sueño más profundo. Elija actividades que le gusten, como caminar, correr, hacer yoga o nadar.
• Organice su agenda de modo que incluya tiempo para relajarse. Evite sobrecargarse y tómese descansos para reponer fuerzas.
• Evite el consumo excesivo de cafeína y estimulantes, sobre todo al final del día. En su lugar, opte por infusiones calmantes como la manzanilla o la valeriana.